La geometría fractal trata de
describir objetos cuya forma es muy irregular. Técnicamente, un
conjunto es fractal si su dimensión de Hausdorff-Besicovitch es
mayor que su dimensión topológica [La
geometría fractal de la naturaleza, p.32]. Esto se traduce
en términos llanos en que dichos conjuntos presentan una gran rugosidad
(al cambiar de escala la forma no se suaviza) y en la propiedad de la
autosimilitud, por la que la forma del conjunto presenta el mismo aspecto
al ser observada a distintas escalas.