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Melancolía
En las artes plásticas,
la melancolía más famosa es la que su autor, Durero,
tituló Melancolía
I. Sin embargo, también Cranach trató el
tema magistralmente, y en varias versiones.
A mí me gusta particularmente esta, en la que los putti se muestran empeñados en hacer pasar la esfera por el aro ante la displicente mirada de la alada figura que, ocupada
en pelar con su navaja una ramita, dicen los que saben representa la melancolía.
Aunque en segundo plano, son de estudiar las figuras montadas en bestias
diversas de la esquina superior izquierda, así como lo son el paisaje
a lo Patinir, el perro observador, y hasta las perdices, bichos que, por
lo que sé, son símbolos de lujuria.
Parece ser que Cranach, como buen luterano que era, no asociaba el genio
con la melancolía, sino que consideraba a esta una enfermedad del
espíritu. Por esto, aunque utilizando muchos de los elementos del
grabado de Durero, incluyó también esos demonios que se
ven por la ventana como símbolo de un mal , restándole fuerzas
al individuo, le impedía cumplir con sus deberes.
En cualquier caso, los mismos expertos dicen no tener claro cuál
es el significado preciso de la obra. Digo yo: ¿no estará
el ser alado trabajando en una vara como las que utilizan los amorcillos
para empujar la esfera? ¿No estará el pensamiento melancólico
afilando un nuevo argumento, una nueva herramienta matemática?
¿O quizá esté preparando una nueva palanca con la
que mover el mundo?
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