Astillero 17
Los escritos de Alberto


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Soy ateo

El ensayo

Cada creyente niega la existencia de los dioses de los demás. El ateo no hace excepciones y los niega todos.

Dioses los hay de todos los colores, uno al menos por cada forma de ver el mundo. Jenófanes de Colofón decía que si los caballos creyesen en Dios lo imaginarían con forma de caballo. Los rudos vikingos vieron a Dios en forma de guerrero. Los pobres de Galilea vieron a Dios en forma de hombre modesto y pacífico. Los griegos aficionados al vino adoraron a un dios borrachín. Negar a Dios es negar un sin fin de teorías acerca del mundo. Según la RAE, ateo es, precisamente, alguien “Que niega la existencia de cualquier dios”.

Para ser precisos, tengo que establecer algunas limitaciones a mi ateísmo: si alguien me propone la existencia de un dios “ciego e idiota”, al estilo del Azathoth del que nos habló Lovecraft, no me veré capaz de negarlo. De hecho, la existencia de un ser así ayudaría a explicar muchas cosas. Tampoco sería capaz de negar la existencia de un ser abstracto que se manifestase a través de las energías del cosmos y diese lugar de esta manera a las simetrías que han observado los físicos en las fuerzas de la naturaleza.

No podría negarlos porque, salvo lo dicho, no sé nada en absoluto de ninguno de los dos y porque ambos son coherentes con lo que observamos. Pero tampoco podría afirmarlos, y por la misma razón: no sé nada de ellos. De hecho, si alguien se declarase devoto de Azathoth, me vería inclinado a recomendarle un psiquiatra.

Entonces, cuando afirmo que soy ateo, ¿qué es lo que niego? Pues niego la existencia de inteligencias ajenas al mundo físico.

El texto


Astillero 17
Alberto Rodríguez Santos
Última actualización: 27-11-2023